Se llama «Got» y ha pesado 25 kilos. Está «sanísimo, precioso», según los científicos que le han ayudado a venir al mundo en una finca de la provincia de Palencia próxima a la localidad de Frómista. Su nacimiento ha causado una gran expectación, ya que se trata del primer toro bravo clonado que nace en Europa y posiblemente en el mundo, un punto que los investigadores de la Fundación Valenciana de Investigación Veterinaria, responsables del hito, aún tienen que confirmar, ya que otro equipo científico de la potente compañía Viagen competía por el logro. El padre de la criatura es«Vasito», el mejor semental de la prestigiosa ganadería de Alfonso Guardiola en Cádiz, y su madre una vaca frisona palentina de Melgar de Yuso. No va a ser el único toro bravo clonado. Hace unos días otra vaca parió un segundo animal de las mismas características, otro clon hermano por parte de padre, al que llamarán «Glass».
El nacimiento de «Got» es fruto de tres años de trabajo de este equipo investigador valenciano, liderado por Vicente Torrent, con la ayuda de la doctora Rita Cervera, una prestigiosa especialista en transferencia nuclear, y el científico serbio Miodrag Stojkovic. «Nuestro objetivo es poner a punto una técnica para clonar cualquier mamífero en peligro de extinción, para evitar que un animal valioso ser pierda», explica Torrent. Para realizar la clonación, los investigadores tomaron un trozo de piel de «Vasito», medio centímetro cuadrado, de donde extrajeron una única célula. El núcleo de esa célula fue insertado en un óvulo de una vaca de matadero. Cuando ya se transformó en un embrión, se implantó en una madre de alquiler, la vaca frisona «Leonís». «Se escogió un animal de esta raza como madre por su tamaño; es más grande y da menos problemas en el parto», explica Torrent.
«Negro como una mina»
Después de nueve meses y quince días nació la madrugada del martes por parto natural «Got», bautizado así en honor a su padre (su nombre significa «vaso» en valenciano). El animal es «espectacular, sano y negro como una mina de carbón». Una «fotocopia» de su padre, ya muerto. Torrent espera que viva quince o veinte años, como cualquier otro toro bravo. «El riesgo de enfermedad es el mismo que el de cualquier otro ejemplar», asegura.
La obtención de toros clonados podrá tener implicaciones en el toreo. «Desde luego -dice el investigador-, pero eso ya no me correponde a mí. De todas formas, sería muy interesante ver cómo seis toreros diferentes torean seis toros iguales», una idea que puede ser muy polémica en un mundo tan puntilloso como el de la lidia.
Después de conseguir la clonación del toro bravo, el gran objetivo del equipo de la fundación veterinaria es clonar el lince ibérico, un proyecto más difícil y para el que, de momento, «no hay fecha».
El nacimiento de «Got» es fruto de tres años de trabajo de este equipo investigador valenciano, liderado por Vicente Torrent, con la ayuda de la doctora Rita Cervera, una prestigiosa especialista en transferencia nuclear, y el científico serbio Miodrag Stojkovic. «Nuestro objetivo es poner a punto una técnica para clonar cualquier mamífero en peligro de extinción, para evitar que un animal valioso ser pierda», explica Torrent. Para realizar la clonación, los investigadores tomaron un trozo de piel de «Vasito», medio centímetro cuadrado, de donde extrajeron una única célula. El núcleo de esa célula fue insertado en un óvulo de una vaca de matadero. Cuando ya se transformó en un embrión, se implantó en una madre de alquiler, la vaca frisona «Leonís». «Se escogió un animal de esta raza como madre por su tamaño; es más grande y da menos problemas en el parto», explica Torrent.
«Negro como una mina»
Después de nueve meses y quince días nació la madrugada del martes por parto natural «Got», bautizado así en honor a su padre (su nombre significa «vaso» en valenciano). El animal es «espectacular, sano y negro como una mina de carbón». Una «fotocopia» de su padre, ya muerto. Torrent espera que viva quince o veinte años, como cualquier otro toro bravo. «El riesgo de enfermedad es el mismo que el de cualquier otro ejemplar», asegura.
La obtención de toros clonados podrá tener implicaciones en el toreo. «Desde luego -dice el investigador-, pero eso ya no me correponde a mí. De todas formas, sería muy interesante ver cómo seis toreros diferentes torean seis toros iguales», una idea que puede ser muy polémica en un mundo tan puntilloso como el de la lidia.
Después de conseguir la clonación del toro bravo, el gran objetivo del equipo de la fundación veterinaria es clonar el lince ibérico, un proyecto más difícil y para el que, de momento, «no hay fecha».
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